Hoy, festividad de la Virgen del Rosario, recordamos en la celebración d la liturgia el texto de la Anunciación. Es el encuentro de Dios, a través del ángel, con María. Y dos palabras resuenan hoy.
Que dos palabras recibe María, la joven nazarena, en su corazón de parte del Señor. Al decirle el Ángel "alégrate" no me suena que fuese una joven triste. Estaría María ilusionada y llena de plenitud, de sueños y proyectos preparando la boda con José. Como cualquier joven que se dispone a dar un paso importante en su vida y, a pesar de sus dudas, sigue adelante. Pero, eso sí, llena de alegría. Y Dios viene también a hacerse partícipe de la alegría de la joven María. Alégrate. No es un mandato, sino, ahora sabrá cual es la gran alegría que te espera, ahora comprenderás lo gozosos que Dios tiene para tí, ahora sabrás gustar la auténtica alegría. Alégrate.Y María recibe, acoge, goza y se alegra. María gusta.
No temas María. Ante la extrañeza del las palabras un nuevo mensaje. Confía, no tengas miedo. Y es que el señor viene a ti, Dios se acerca y entra en ti para hacerte partícipe y colaboradora de su acción fecunda, de su obra salvadora, de su proyecto pensado desde antiguo, preparado desde siglos, anunciado desde el principio, soñado desde antes de los siglos. Ahora toca el turno a los hombres, y Dios, una vez más nos desconcierta, y no escoge a un personaje influyente, a la familia del emperador de Roma, o no va al Templo de Jerusalén, al Sumo Sacerdote. No. Su deseo y la salvación de los hombres se pone en manos de una joven , humilde, de una aldea de Galilea. Así es Dios. Y también nos ha elegido a nosotros, con estas dos palabras: ALÉGRATE. NO TEMAS.
Yo no me imagino a María triste, sino alegre, llena de vitalidad, entusiasmada, con ojoso vivos y transmitiendo con su sonrisa lo que Dios le había regalado, su presencia en el Hijo por el Espíritu.
Yo no me imagino a María triste, sino alegre, llena de vitalidad, entusiasmada, con ojoso vivos y transmitiendo con su sonrisa lo que Dios le había regalado, su presencia en el Hijo por el Espíritu.
Ahora te toca responder. Ahora nos toca decir "aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra". Ahora es tiempo de recibir y de llevar a todos la alegría del Señor.
Nosa Señora do Rosario, axúdanos a contemplar os Misterios da nosa Salvación e facer vida o que oramos.
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
07-10-15
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