jueves, 29 de octubre de 2015

JUBILEO DE LA MISERICORDIA V. La misericordia en la Biblia III



YO QUIERO AMOR (Os 6,6)
Hoy vamos a entrar en un personaje del Antiguo Testamento Oseas. Pobre hombre, abandonado por su mujer a la que tiene que acoger después de haber perdido su dignidad por otros lugares, Dios convierte su vida en el amor esponsal, fiel, permanente, eterno, infinito de Dios por su pueblo. Y es que Israel vivía tiempos de infidelidad, abandonando a Dios se enzarzaba en actitudes idolátricas adorando otros dioses, los reyes confabulaban hasta el asesinato derrotando y poniendo gobernantes hasta la sangre, el culto se había vuelto vacío, sin corazón, los sacerdotes abandonaban a Dios. Pero surge la fidelidad de Dios que no abandona a su esposa. Así, en el verso antes citado Dios pronuncia su deseo !Quiero amor", necesita que su corazón se vea correspondido ante el derroche de fidelidad que muestra continuamente. Sí, su amor es más grande que el pecado, su fidelidad es eterna, pero necesita que Israel lo conozca. Así. convierte a Oseas e imagen, icono de sus deseos. 
Qué bellos son a nuestros oídos, pero sobre todo, que reconfortante a nuestro corazón escuchar, orar y responder a esta palabra que pronuncia
"Yo voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a su corazón... y ella responderá allí como en los día de su juventud, como en el día en que subía del país de Egipto. Y sucederá que aquel día ella me llamará "marido mío"... Yo te desposaré conmigo  para siempre; te desposaré conmigo en justicia y en derecho, en amor y en compasión te desposaré conmigo en fidelidad y tú conocerás a Yahveh".(Oseas 2)
¿No te parecen grandiosas estas palabras?. Es Dios el que pronuncia una palabra al corazón del hombre para que se llene de su amor, conozca el perdón, porque, él no usa de venganza, ni el castigo es para destruir sino para que el hombre conozca el amor verdadero. Así, en el empeño que que no busquen lo que creen que les da más felicidad, y, engañándose van a la destrucción, Dios vuelve a triunfar porque "No daré curso al ardor de mi cólera, no volveré a destruir Efraím, porque soy Dios y no hombre; en medio de ti soy el Santo" (Os 11,9).
Si, Dios se distingue porque ama, y ama sin límites, ama, eso sí, esperando ardientemente que volvamos a su amor.
El Papa Francisco cita el texto de Oseas que encabeza este comentario, lo hace en el número 20 de la Bula de convocatoria del Jubileo recordando la actitud de Jesús sentándose a la mesa de los pecadores, y nos dice el Papa: "Jesús afirma que de ahora en adelante la regla de vida de sus discípulos deberá ser la que da el primado ala misericordia, como él testimonia compartiendo la mesa con los pecadores. La misericordia se revela una vez más como dimensión fundamental de la misión de Jesús" (MV20)

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a voltar ao corazón misericordioso do Señor, que sempre nos busca para que esteamos e vivamos en El.

Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
30-10-15

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