Hoy el cura se viste de verde en Misa. Los domingos ordinarios, no porque sean de segunda categoría, sino porque es la cotidianidad de lo de cada día, hacen su entrada en el calendario. En este segundo domingo escuchamos el relato de las Bodas de Caná, el inicio del ministerio de Jesús. Comienzan los tiempos de la renovación de la Alianza. El sí quiero de aquellos recién casados es parábola de la relación de Dios con su pueblo. Las limitaciones, las dificultades, son reflejo de que un pacto sin la presencia de la acción del Señor no mantiene viva la alegría y la esperanza. Si quedasen sin el vino y el Señor no estuviese presente y no interviniese, sería la primera bronca de la familia. Quien sabe lo que pasaría. Al final del evangelio vemos a Jesús resucitado que les dice que confíen en su palabra y echen las redes a pesar de que no habían pescado nada en toda la noche. En su palabra confiamos, y porque nos ama nos atrevemos. Y así como el vino es de calidad y sobreabundante, con Jesús en medio y confiando en su palabra que es actuante, la pesca será superior en cantidad y calidad.
Esta es la Buena noticia del Señor para nosotros en este domingo: confiemos pues está en medio del sí quiero. Viene a reafirmar el pacto de Dios haciéndose garante de esa Alianza, el compromiso del Padre es entregar a su Hijo como esposo unido por el vínculo del amor en el Espíritu.
Nos dice el Papa Francisco en la bula del Jubileo que "la esperanza no cede ante las dificultades porque se fundamenta en la fe y se nutre en la caridad, y de este modo hace posible que sigamos adelante en la vida"
La escena del agua convertida en vino, con la intervención de María invitando "haced lo que él os diga" es una muestra de que es bueno esperar la salvación del Señor. Pidamos a maría que nos ayude a poner al Señor, esperanza nuestra, en el centro de nuestros vínculos. El esposo que se prepara para su esposa. El Señor se desposa con su Iglesia a quien ama.
Feliz domingo
GRACIAS por este mensaje de Esperanza
ResponderEliminarEl Obispo Nguyen Van Thuan fue testigo de Esperanza después de trece años encarcelado.
ResponderEliminarSeñor, espero tu salvación
ResponderEliminar