lunes, 14 de diciembre de 2020

AUTORIDAD


 El texto del evangelio de este día se extrae de las controversias de Jesús con los dirigentes del pueblo. El lugar donde se desarrolla esta conversación es el Templo de Jerusalén. Ha realzado un gesto duro de entender para sus contemporáneos, expulsa a los mercaderes. Esta purificación del lugar santo hoy lo comprendemos pues está fuera de toda duda que la relación con Dios no puede estar mezclada con el negocio. Pero, además, la presencia del Reino es palpable en su acción de cercanía y servicio a los enfermos dando salud. Un día lleno de emociones a flor de piel y en que necesita recapitular. Pasa la noche en Betania. Al regreso se encuentra con la autoridad espiritual de Israel. Y se desenvuelve el relato.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,23-27):

EN aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:

«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».

Jesús les replicó:

«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».

Ellos se pusieron a deliberar:

«Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».

Y respondieron a Jesús:

«No sabemos».

Él, por su parte, les dijo:

«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».

Los Sumos sacerdotes y los ancianos estaban revestidos de la autoridad incuestionada. Te invito a que leas el capítulo 23 del Mateo y las denuncias de Jesús a los escribas y fariseos, terminando con su lamento de la violencia de la ciudad que aniquila a los profetas. Jesús no es un moralista sino que revela la voluntad del Padre. No viene simplemente a decirte lo que está ben o mal, sino, a abrir el camino del hombre a descubrir el tesoro escondido del Reino que reside en el corazón de todos. Y si solo nos quedamos en la epidermis de los actos sin la hondura del Espíritu, pronto nos cansaremos de obedecer, y quien decide las normas buscará como más fácilmente complacer la insatisfacción dando solo aquello que nos apetece. 

La autoridad no es contraria a la libertad, sino que, cada uno desde ésta es quien de darse enteramente a quien es centro y fuente de toda vida. La llegada del Señor es la de la Nueva Ley que es el Amor, la Justicia, la de la Misericordia. Cuando lleguen los días de Navidad contemplamos que su presencia en la fragilidad nos hace nuevos, rendidos a sus pies, como los pastores. Contemplamos su sabiduría a la que nos hacemos ofrenda como los magos. Y nos vemos en camino de huida a Egipto, pues la autoridad de este mundo se ve amenazada por el amor.

Autoridad no es poder, sino el hacer crecer, progresar, dar vida. Fijémonos que con autoridad, esto es, haciendo crecer, Jesús enseña, Jesús libera, Jesús cura, perdona. Autoridad es servir.

Xabier Alonso

14-12-2020



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