Este domingo Jesús nos sigue regalando sus hermosas parábolas en las que nos describe los misterios del Reino.
Cuales deben ser las actitudes en las que debemos acoger la intervención de Dios en nuestra vida y una llamada intensa y nueva en la que quede reflejada la centralidad de que Dios viene a salvar al hombre invitándole a salir de sí mismo, a tener una actitud de búsqueda, a priorizar aquello que es lo más importante, abandonarlo que ya no tiene valor, a asumir un futuro en el que cada día estamos ejerciendo en nosotros un camino de discernimiento.
Hoy Jesús abre el arca del tesoro de la sabiduría y nos muestra la novedad y la belleza del evangelio. Las palabras del tesoro escondido y la perla preciosa, en esa sencillez narrativa, nos invitan a tener una actitud de búsqueda, de que Dios nos puede sorprender en cualquier momento permitiéndonos descubrir su presencia enriquecedora. Tenerte a ti Jesús es tener el reino. Tener una relación contigo es descubrir el mayor tesoro. Estar junto a ti de Jesús, es dejarse iluminado por la belleza.
Los personajes de la parábola no buscan para enriquecerse e invertirlo que van descubriendo para tener más. Sino que ya han encontrado lo máximo. El corazón y satisfecho del hombre en el mundo actual que está en búsqueda continua mente de nuevas experiencias, de nuevo retos, de nuevas riquezas, no dejan de ser únicamente desde una perspectiva quiero ser más feliz cueste lo que cueste. Pero lo más grandioso que tenemos ya no poseemos, es necesario trabajar o el campo de nuestro interior, desterrar la fealdad que esconde la perla escondida de nuestro corazón.
Pidamos le a María que nos ayude a descubrir la presencia de Dios en nosotros.
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