Dichoso el vientre que te llevó
los pechos que te criaron
los ojos que te mimaron
las manos que acariciaron.
Dichoso el corazón que te amó,
el alma que te gustó.
Feliz la mujer que vida te dio,
por mano de Dios,
que en el Espíritu creyó
y en el mismo te parió.
Dichosa, feliz la mujer
que de ti todo recibió
a ti todo te entregó.
Dichosa, feliz
dichoso y feliz tú
el que cree en disposición de amor
como María, la Madre del Señor.
Eres quien de dar vida
si la Palabra en ti
cuerpo tomó.
Señor, noso Deus, ti dispuxéche-la salvación de tódolos pobos na persoa do teu Fillo que nos trouxo o Evanxeo da gracia, e por misterioso designio da túa providencia, asociaches a súa Nai a este labor salvador. Concede á túa Igrexa imitala de tal maneira que logre a evanxelización de tódolos pobos, para que tódolos homes sexan ditosos ó escoitaren a túa Palabra e cumprila. Por Cristo, noso Señor. Amén.
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