Hoy celebramos esta solemnidad. El nacimiento de San Juan es una llamada a dejarnos iluminar por la presencia del Señor en medio de nosotros. Él lo señaló en medio de los pecadores, aquella gente, que, acogiendo la llamada a la conversión y adentrándose en el agua del Jordán, necesitaban cruzar a la otra orilla, la de los nuevos tiempos. Acogiendo la invitación de Juan, no a él, sino a quien "quita el pecado del mundo", cruzamos las aguas purificadoras para adentrarnos en la nueva Alianza. Las palabras de Juan llegan, con esa violencia de no desaprovechar la oportunidad, al corazón dejando la hipocresía, que tantas veces puede hacernos caer el tentador. En el desierto resuena una voz que proféticamente no puede dejarnos indiferente.
Hoy, fiesta de su nacimiento, cruzamos a la otra orilla bañándonos en el agua purificadora. La orilla de la "entrañable misericordia de nuestro Dios" que no abandona a su pueblo, sino que, con la paciencia paternal y la entrañas maternas, nos da una nueva oportunidad. Entremos en el tiempo del gozo. Entremos en el tiempo de la misericordia.
Juan es la noticia de hoy, pues Dios pone fecundidad en la esterilidad, alegría en la tristeza, futuro en el decaimiento, esperanza en lo caduco. Juan nace para gozo de todos, todo se llenó de inmensa alegría.
Felicidades a los Juanes y Juanitos.
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
Me gusta mucho
ResponderEliminarMe gusta mucho
ResponderEliminar