Ya estamos en el segundo viernes de cuaresma. Una llamada a la austeridad de vida, la abstención y el ayuno. Una oportunidad a dejar de lado aquello que pensamos que nos llena y hace crecer y en realidad nos anula y mata. Hoy recibo la invitación del Señor en su Palabra a alimentarme de fraternidad, de perdón con los hermanos, a reconciliación con el que tengo alguna afrenta. Y es que, cuando te sacias de rencor, de odio, de venganza, de egoísmo, te creces. Es esa imagen que todos hemos visto de pequeños en el cole, el "chulito" de patio que era líder de pandillita y abusaba de los débiles. Lo veías crecido. Pero cuando debía rendir cuentas ante los superiores se callaba. Por temor se ocultaba.
Hoy podemos sentirnos ofendidos por actitudes retadoras y chulescas que circulan, porque una cosa es el papa Francisco, y a nadie se le ocurre ponerlo en cuestión, y como si fuese de otra sociedad, o como si el que pastorea en la unidad la Iglesia universal le tuviese manía o le quisiese hacer daño. Pero claro "creo en Dios pero no en la Iglesia, o no creo en los curas", y para mí se me pode un debate evidente ante alguna de estas afirmaciones, porque, que yo sepa, el papa es también cura y obispo, que el papa es Iglesia, o no ha sido formado en ella y no la ama como madre.
¿Qué debemos hacer ante las afrentas, y las ofensas?.
Queridos nos queda el perdón, poner la mejilla, callar y amar, orar por los enemigos y por los que persiguen, amar y rezar por los que no nos aman. Y hablar de misericordia es muy fácil, pero nos toca practicarla. Lo que importan no son si voy o no voy con lazo verde, con perdón, porque lo que me pide el Señor es un corazón contrito y humilde. La comunidad del Señor no es menos que su Señor, a nosotros no tienen por qué aceptarnos, pero si convenceremos por lo que hagamos. Y me encuentro con personas que me hablan de perdón, de aceptación del otro, del silencio, de la palabra amable, de la oración misericorde.
Yo veo personas que se les hace mofa por ir a Misa el domingo, quien ha dejado de practicar por no ceder a los "amigos o pandilla", a los que soportan que les digan amigo de curas, que les levanten una calumnia y se quedan tan anchos, de los que ponen en entredicho lo que se hace, pero, ¿eso es más que la Gloria de Dios?, acaso es más que el amor del Padre entrañable?, va eso a quitar la alegría de los que hemos sido llamados por el Señor.
Querido ayunemos de críticas fáciles, de venganzas, de rencores, de revanchas, de palabras soeces. Alimentemos este mundo de perdón, de concordia, de reconciliación, de misericordia.
Feliz día
Un abrazo a todos
Javier Alonso
A Franqueira
19-02-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario