Entramos en cuaresma. Un día como el de hoy, miércoles de ceniza, es un grito en nuestra conciencia a abandonar lo que no es propio de nuestra condición cristiana. Pero no solo con el deseo de mejorar y de ser buenas personas gracias al esfuerzo titánico de luchar contra la debilidad de nuestra condición. Es tiempo de conversión, "metanioa", darle la vuelta a la vida, y, poniendo como final de nuestra peregrinación la Pascua, llegar con el ánimo de renovar nuestro bautismo.
Entramos en la cuaresma de la misericordia. Cuaresma de la contemplación del corazón entrañable del Padre que nos abraza y hace fiesta. Misericordia como camino de conversión para descubrir en nosotros el grandioso misterio del amor. Misericordia para mostrar el amor entrañable a quienes son objeto de complacencia de nuestro Dios. Misericordia.
Esta cuaresma es tiempo de escucha, pues Dios habla al corazón del hombre. Tiempo de silencio pues estamos aturdidos por tatos ruidos. Tiempo de desierto abandonando tantas seguridades. Tiempo de cruz abrazando la nuestra. Cuaresma es tiempo de penitencia para descubrir lo esencial. Tiempo de limosna para dar sin esperar nada a cambio. Tiempo de compartir para que venga la justicia. Tiempo de turbación interior para que descubramos la paz. Cuaresma es tiempo de perdón, de indulgencia pues Dios ama perdonando. Cuaresma es tiempo de caridad, sin ella no existe nada. Cuaresma es tiempo de oración, pues el que escucha responde y el que habla acoge. Cuaresma es tiempo de peregrinación, salir para llegar, buscar para encontrar, llamar para que se le responda.
Entremos en cuaresma, es tiempo de misericordia, es el tiempo del Señor.
Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a entrar en misericordia
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
10-02-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario