Acudimos a esta Madre nuestra para desahogar tantas dudas e incertidumbres. Luchamos interiormente por tomar las decisiones correctas y el camino adecuado. Nos enfrentamos a un individualismo feroz que nos impone la certeza, incierta, de creer que estamos capacitados para todo y que podemos dominarlo todo. Así, caemos en el pecado de la arrogancia de las falsas sabidurías y nos situamos en la autodefensa de querer superar a los demás. Pero, ¿quién nos aconseja en nuestro Espíritu? ¿quién nos asesora en nuestras dudas más profundas?María, Madre del Buen Consejo, desde la escucha maternal, la serenidad y la sabiduría de Dios, desde la experiencia de un corazón modelado por el amor sabe dar a sus hijos palabras adecuadas, igual que a los sirvientes de las bodas de Caná "Haced lo que Jesús os diga"
María, nai da Igrexa, ti que es
no medio dos apóstolos conselleira espiritual e mestra da fe, pídelle ao Espírito
que nos conceda o don do consello para que nos deixemos conducir polo Señor e
decidirnos á luz da Palabra.
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