domingo, 19 de enero de 2025

SI QUIERO. EL AMOR NUTRE LA ESPERANZA

 


Hoy el cura se viste de verde en Misa. Los domingos ordinarios, no porque sean de segunda categoría, sino porque es la cotidianidad de lo de cada día, hacen su entrada en el calendario. En este segundo domingo escuchamos el relato de las Bodas de Caná, el inicio del ministerio de Jesús. Comienzan los tiempos de la renovación de la Alianza. El sí quiero de aquellos recién casados es parábola de la relación de Dios con su pueblo. Las limitaciones, las dificultades, son reflejo de que un pacto sin la presencia de la acción del Señor no mantiene viva la alegría y la esperanza. Si quedasen sin el vino y el Señor no estuviese presente y no interviniese, sería la primera bronca de la familia. Quien sabe lo que pasaría. Al final del evangelio vemos a Jesús resucitado que les dice que confíen en su palabra y echen las redes a pesar de que no habían pescado nada en toda la noche. En su palabra confiamos, y porque nos ama nos atrevemos. Y así como el vino es de calidad y sobreabundante, con Jesús en medio y confiando en su palabra que es actuante, la pesca será superior en cantidad y calidad.

Esta es la Buena noticia del Señor para nosotros en este domingo: confiemos pues está en medio del sí quiero. Viene a reafirmar el pacto de Dios haciéndose garante de esa Alianza, el compromiso del Padre es entregar a su Hijo como esposo unido por el vínculo del amor en el Espíritu.

Nos dice el Papa Francisco en la bula del Jubileo que "la esperanza no cede ante las dificultades porque se fundamenta en la fe y se nutre en la caridad, y de este modo hace posible que sigamos adelante en la vida"

La escena del agua convertida en vino, con la intervención de María invitando "haced lo que él os diga" es una muestra de que es bueno esperar la salvación del Señor. Pidamos a maría que nos ayude a poner al Señor, esperanza nuestra, en el centro de nuestros vínculos. El esposo que se prepara para su esposa. El Señor se desposa con su Iglesia a quien ama.

Feliz domingo

domingo, 12 de enero de 2025

NACIDOS DE LAS AGUAS Bautismo del Señor

 

Hoy concluye el tiempo de Navidad. Este ciclo comenzó a principios de diciembre animándonos a esperar la llegada del Señor, prepararnos y disponernos a su venida, reafirmando, esto es, fortaleciendo la esperanza. Desde el 24 de diciembre hasta ahora vemos las diversas manifestaciones de que Dios está en medio de nosotros. Nacido de una mujer, en una familia, en la pobreza, adorado por los pobres receptores de la salvación y mensajeros de la buena nueva, revelado en los signos del cosmos para ser Señor del Universo, adorado por los pueblos de la tierra. Hoy se nos manifiesta adulto, pasados los años de la formación, educado en un pueblo pequeño, enseñado por su familia en un oficio, conociendo el silencio y una vida oculta, se encuentra a través de la necesidad del perdón y de la misericordia en la fila de los pecadores para ser bautizado por Juan.

Así como Jesús, en el vientre de su madre provoca la alabanza por obra del Espírito en boca de Isabel y el niño, Juan, salta de alegría en su vientre, hoy, Jesús, vuelve a ser provocativo. Viene y hace que todo se revuelva, el cielo con la tierra, se abra lo que estaba cerrado, los cielos para continuar un encuentro de lo divino y lo humano. Hoy Jesús se revela, una vez más, a los últimos, los pecadores, los que se humillan que son ensalzados, como había cantado María en la visitación. Y la voz del Padre pronuncia sentencia, este es Hijo, el amado, y el Espíritu aletea sobre las aguas, como en el génesis, para hacer posible la nueva creación. Todo se revuelve, se resitúa, cambia de lugar, es Dios quien desciende para entrar en la realidad de una historia de fracasos y pecado, y el hombre despierta de su letargo para resucitar a una condición nueva, no eres esclavo sino hijo... y ser hijo es un don regalado que se goza y se vive con alegría y entusiasmo.

En este Jubileo, celebremos que Dios viene y manifiesta que no coloquemos las cosas a nuestro gusto y comodidad, ni establezcamos criterios de diferencias según estamentos y dignidades humanas, sino que resituemos la vida desde una condición de hijos e hijas para vivir la fraternidad. Hoy renovamos el bautismo como signo de que el Señor ha hecho obras grandes en nosotros.

Como Isabel proclamaba ¿quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Hoy, nosotros, animados por el Espíritu decimos Bendita tú, María, por ser Madre de un pueblo nuevo nacido de la semilla de la fe, que camina en esperanza y vive en el amor.

domingo, 5 de enero de 2025

MAGOS EN CAMIÑO

 


Os magos saen guiados por unha estrela. Eles escrutan os signos dos tempos, estudan os astros, desprendense de todo e saen. O camiño e longo, convencidos de chegar onda o rei que nace. O camiño fanno en comunidade atraídos polo campartir o que cada un coñece e sabe, pondo en común para enriquecer os coñecementos. Saen superando os perigos e pondo as súas dúbidas nos sabios de Xerusalén. Saen, porque necesitan atopar. Este ensino dos magos apréndenos a todos a non sentirnos autosuficientes, senón a recoller a sabedoría dos antigos e a enriecernos mutuamente.

Os magos son os pobos, as xentes, as culturas, a sabedoría da humanidade que necesita unha resposta fonda e certeira, que fará unha transformación da persoa en todas as súas dimensións. Son sabios e convértense en aprendices, son xente de altura e axeónllanse, son personaxes extranxeiros e pasan a ser familia de Deus.

Traen agasallos, ouro, inceso e mirra. Ouro para o rei, incenso para o Deus, mirra para o home. Conflúen en Xesús estas tres dimensións, que son unha chamada a deixarnos configurar nós tamén. Polo noso bautismo, pola Pascua do señor, o paso de Deus pola vida actuante no Espírito, somos nós incorporados, como adoradores, a sermos en Cristo Sacerdotes, profetas e reis. Sacerdotes en cristo que eleva a súa ofrenda ao Pai de si mesmo, profetas dunha humanidade nova que se realiza no corpo de cada membro e dun corpo en cristo que é a Igrexa, e, reis partípes no reinado de Deus sendo construtores dapola verdade, a xustiza e paz. 

E María amosa o Neno, pequeno e fráxil, que comeza con todos unha historia de amor, de vínculos de graza. Cos magos, con María e Xosé, sexamos peregrinos de esperanza, discernindo os sinais dos tempos, gardando no corazón e custodiando o amor.

Felicidades a todos


SABIDURÍA Y PALABRA

 Hoy celebramos un domingo intermedio entre las grandes solemnidades del ciclo de Navidad. Al escuchar la Palabra de Dios de este día nos puede dar la impresión que son lecturas demasiado elevadas, impersonales, o menos narrativas porque no cuentan ninguna escena del evangelio. Bien. Lo de hoy es un día de contemplación. Escudriñar en lo profundo del Misterio de la encarnación, nacimiento y manifestación del Hijo de Dios en nuestra carne, en nuestra historia y para todos los pueblos y culturas. Así, comencemos por lo que contemplamos con nuestros ojos. En casa, en las iglesias, en distintos lugares, vemos la escena del nacimiento del Señor, Jesús, María y José, y le llamamos Misterio, no porque sea algo que nos de miedo, sino que es la revelación de lo que estaba oculto, la manifestación de la promesa de Dios, es la puerta que se abre a un océano inmenso de la misericordia. El amor es infinito, y a medida que lo vamos descubriendo, o más bien, que se nos va revelando, más se nos hace imposible. Más riqueza de amor más grandeza que se nos ofrece. 

La sabiduría, de la que nos habla la primera lectura, el Verbo, Palabra que nos describe el prólogo de san Juan, no son el conocimiento de cosas y la
acumulación de datos, es una invitación a vivir el encuentro de lo Divino y lo Humano, no desde una óptica individualista, sino en la comunión de vidas con los hermanos, todos llamados a ser hijos e hijas de Dios, engendrados en la verdad y en el amor. La sabiduría, como consecuencia de la presencia actuante de Dios, es luz que nos posibilita el descubrimiento y el discernimiento del mismo Dios. A la mirada mundana, el pesebre puede ser una desgracia de una joven pareja que no tienen donde tener a su hijo, puede ser la desconfianza de unos jóvenes que se pueden quedar de okupas, pueden ser unos fugitivos que huyen sabe Dios de qué... la sabiduría mundana es analista, tiene una lógica de causas y consecuencias, busca razones y razonables respuestas. La mirada de la sabiduría de Dios es imprevisible, puede resultar desconcertante, se construye en la lógica del amor, necesita una respuesta que transforma, rescata lo que no servía, cambia los corazones, establece nuevas relaciones, cambia el orden de las cosas... así los últimos son los primeros en adorar, pues los mensajeros del evangelio son los pobres. Y esta afirmación no se queda en la escena de Belén sino que sigue siendo actual. La mirada que nos revela la sabiduría hace posible el discernimiento de los signos de la presencia y la acción de Dios en medio de un mundo violentado, con dolores de injusticia. La mirada práctica, y ahora el nuestro mundo basado en lo económico, las víctimas son descartes de lo que no produce, son necesarias consecuencias, o las estrategias exigentes programas que priorizan objetivos inmediatos de beneficio. Para la sabiduría de discernimiento Dios está del lado de los últimos y nace fuera de la ciudad. Dónde estás tú?  Donde se coloca la Iglesia, la comunidad cristiana?

El Verbo, la Palabra, se hace carne, toma presencia visible y actuante. Su sonido en el silencio, aunque éste también es comunicación, se convierte ya en presencia. Es la voluntad que se hace expresión y acción, no es el Dios ausente, inerte, desentendido, es la Palabra, el Verbo que dice y hace, porque cuando pronunciamos un sí o un no, nos situamos en una decisión. Si ordeno y mando me coloco en una esfera se superioridad. Si doy gracias o pido por favor, si saludo amablemente... vez estos pequeños detalles y descubrir en la pequeñez y lo sencillo la grandeza de dejar que la palabra sea transformadora. Y así, en un solo sí, de una mujer, se realizó la mayor de las transformaciones, inimaginables decisiones de Dios que desde siglos se venía fraguando: hacerse persona humana, realidad finita, frágil, pobre y débil, necesitada de cuidados. Cual es la decisión de Dios? Hacerse a través del sí de la mujer y hacerse en ella para nosotros. Cambia esto nuestra visión del poder de la palabra que se realiza ya desde lo que no cuenta.

Pidamos a María, Sede de la Sabiduría, que nos ayude a discernir presencia y palabra que Dios pronuncia en el día a día. Que nos ayude a ser respuesta, sí al amor.


miércoles, 1 de enero de 2025

ANINOVO DE PAZ DA MAN DE MARÍA


ANINOVO DE PAZ DA MAN DE MARÍA

(As fotos podemos ver o amencer deste primeiro día do ano na montaña da Paradanta) 

Un novo ano na man de María, Nai de Deus e Nai da Igrexa. Proclamos benaventurada a humilde muller de Nazaret, sinxela e disposta a vivir a vontade de Deus. Foinos dado un meniño, da man da súa nai que o entrega como ofrenda de redención para o perdón da humanidade. Unha note de rexa friaxe os homes que pastoreaban viron amencer a luz do Salvador. Ás carreiras chegaron onda o meniño, postrados adoraron e abriron camiños do que é a peregrinaicónd a vida, sair ao encontro do Deus que nos amosa o seu rostro, e o fai, no meniño necesitado de coidados e agarimos, que fai abrollar tenrura e sorriso.


Unha nai non é buscada, unha nai é doada. E María non so doa ser nai por designio divino, senón que acepta ser nai con todas a consecuencias, nela reúnese tamén a natureza humana da muller, fecunda e cun futuro prometedor, comprometida e namorada, coa natureza divina de quen é fonte da vida, o Deus entrablemente misericordioso, facedor de todo o coñecido, no que a doazón de vida significa entregalo todo para que os homes participen desta tarefa creadora. E Entrega a María ser cocreadora dunha nova humanidade, nada da man obediente e o corazón disposto, sen dobreces nin compensacións, simplemente asume con toda a súa carga ser nai. A nai faise tendo fillos, e María faise nai do Salvador, e por ende, dos que nacen do plan de salvación. Temos unha nai, María, que nos fai a nós tamén vivir unha relación de fraternidade e de deixarnos coidar por ela.

E agora, no medio da noite, os pastores veñen adorar o Año que se inmolará, os pastores, aqueles homes dos que desconfiaban todos, que eran mal vistos  e considerados despreciables, pois non cumprían coas prerrogativas das liturxias, nin participaban das asembleas de aoración, postos coma ladróns e mentireiros, que non eran quen de testificar nun tribunal. Pois a eses foilles revelada a nova da Salvación, a eles pertencen os tesouros da liberación e do perdón, da misericordia e do amor. E quen, na súa pobreza, recibe este gozo, faise mensaxeiro de Boas Novas cantando as loanzas ao Señor.

Este Meniño, nado dunha virxe, na miseria e pobreza, deitado na manxadoira, revelado aos pastores, pobres e últimos, será quen nos invite a sermos nós tamén quen camiñemos detrás do Bo Pastor, que nos deixemos rescatar polo que sae á busca da ovella perdida, do que nos coida e busca pastos verdecentes.

   


Os anxos cantan a gloria de Deus e a paz para os homes... e hoxe inciamos o novo ano querendo anunciar ao mundo un tempo de paz, esperanza posta polo Señor no corazón desalentado dos homes, a quen deus de paz e bondade o entrega todo para o seu ben. Recemos pola paz ao que ven ser a nosa paz, guieiro das nosa conciencias e pacificador do noso corazón. Que cesen as armas e que se abran novos camiños. O Xubileo é tempo de reconcudir a historia desorientada, de retornar a terra da que nos foi dada, de volver ao que o facedor ten vontade de que sexa.

CON MARÍA GARDEMOS NO CORAZÓN