jueves, 1 de marzo de 2018

EL GRITO AHOGADO POR LA INDIFERENCIA



El pobre Lázaro pasó a la historia de las parábolas contadas por Jesús como el triunfo de la miseria por medio de la misericordia. 
Hoy el evangelio es una llamada a abrir los oídos y escuchar el lamento del pobre, que a la puerta de la casa de los opulentos, suplica. Hoy, a las puertas de la opulencia, con sus oídos taponados por cosas, los miserables gritan a las puertas, fronteras infranqueables que no se abren ni para que caigan las migajas, eso sí, allá va la basura de nuestra hartura. A las puertas de nuestra sociedad gritan los que huyen de la muerte por la violencia y la guerra. A la puerta de nuestra casa, en la que nos encerramos para no ver el mundo a no ser en pantallas que nos llenan del frenesí de la fama y el éxito de unos pocos, llaman los débiles que pasan hambre de paz y concordia en su familia, de jóvenes desilusionados y son futuro; llaman los que prueban el amargo de la soledad y del dolor. 
Hoy escuchamos la llamada a no encerrarnos y saber que los bienes son para hacer el bien. Pidamos al Señor que nos libre de la tentación y del pecado de la indiferencia

Nosa Señora da Franqueira, ti que nos entregaches o teu Fillo como tesouro de amor, axúdanos a ter o corazón aberto á xenerosidade.

Xabier Alonso
A Franqueira
01-03-2018
Festividade de S. Rosendo

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