ESCUCHA ACTIVA
El domingo pasado teníamos la oportunidad de conocer el camino de la vida a través de la misericordia. ¿Cómo puedo alcanzar la vida? preguntaba el letrado, y Jesús le recuerda la ley fundamental, amar a Dios a y al prójimo. Éste mandamiento se realiza en la compasión y la misericordia como nos recordaba la parábola del Buen samaritano. El ejemplo de un samaritano da una lección al letrado. Hoy la lección nos la da una mujer: María de Betania. Y es que Jesús rompe moldes. Si nos descubre que todos somos llamados a ejercer la caridad, aunque estés fuera de la ley, hoy pone como ejemplarizante del discipulado a María de Betania, que sentada a los pies del maestro escucha la palabra, acción ésta reservada a los hombres, pues las mujeres no podían participar de la enseñanza de la Torá.
El relato de la visita de Jesús a Betania ha llevado a lo largo de la historia a contraponer la acción y la contemplación, como una interpretación errónea de Marta y María; Marta, preocupada por tener todo dispuesto y María a la escucha. La respuesta de Jesús a la protesta de Marta es descubrir la necesidad de una escucha activa, como la del verdadero discípulo, para que el discernimiento de lo que realicemos sea auténtico. No podemos andar a la ligera pretendiendo quedar bien y justificarnos, el mejor servicio que podemos realizar al hospedar al que llega por nuestra puerta, que viene a nuestra vida, es la escucha, empatizar, calmar el corazón, centrar la mirada, descubrir el rostro del hermano, activar la respuesta confiada y agradecida.
Jesús se hace peregrino que pasa por la puerta de nuestra vida esperando ser acogido y hacerse huésped de nuestro corazón. Se sienta con nosotros y dialoga mostrando la palabra de la verdad. ¿Vas a perder la oportunidad? Acogerle tiene como fruto la vida. La escucha siempre será fecunda, vital, crea futuro, da esperanza. ¿Estás preparado para acoger al Señor? ¿estás dispuesta para la escucha de la Palabra transformadora? ¿estás dispuesto a desterrar el orgullo de pensar que ya lo sabes todo?
Jesús pasa por nuestra puerta como huésped y peregrino.
Aprendamos de otra María, la Mujer, la Madre de Jesús, Mujer de la escucha.