domingo, 17 de noviembre de 2024

AÍNDA QUE ABANEAN OS ASTROS


 E todo ha pasar. Virán cada día dificultades e costeiras imposibles de subir. E parece que todo se vira dun gris que alenta un vento de morte. E será a fin, pensarán moitos, porque o que da seguro o día e a noite vese abanear. O sol rompe a noite, a lúa resplandece, chove ou non, fai calor ou frío, e o que da ritmo a cada etapa da existencia non depende da nosa vontade, si que o podemos estropear, temos costume os homes de amolar o que está ben feito para aproveitarnos sen deixar algo bo para os que veñan. 

Naces, eres criado e coidado, sandado, educado, faste o centro dos quefaceres dos demáis, tomas conciencia de quen es, e un día, ven a noite. Participas do que é agasallo, doado por tantos que cren no ben de todos, na saúde dos máis, na tenrura co desalentado, no soriso co que ten bágoas a regos. E todo ven doado e doando a moreas chamadas a confianza, alentadoras posturas que buscan o facer e o ser.

E no centro, si, no centro nin estás ti nin eu, no centro quen é principio e fin. O alento sae do fondo sandador do corazón do Pai de entrañas maternais. Un alento limpo, renovador e chamada intensa á ledicia e a comuñón. Sopla o creador e dando vida segue a facer que o seu ser amoroso chegue á fin para todos. 

E cando vexas que o sol se apaga, a lúa non resplandece e as estrelas abanean, aínda que todo dsapareza, ergue a ollada ao ceo, ve, abre ben o corazón pois chegan os tempos do libertador. Non teñas medo quen está connosco non nos abandoa.

Aínda que abaneen os astros non teñas medo

Feliz domingo

domingo, 10 de noviembre de 2024

LO PEQUEÑO QUE SALVA A LO GRANDE

 


Queridos amigos y amigas. El domingo pasado ya vimos a Jesús en Jerusalén. El camino ha llegado a la meta. Su intento de enseñar a sus discípulos el significado y la grandeza del seguimiento no parece haber dado un gran fruto. Frente a la imposibilidad de entender mostrada en su búsqueda de primeros puestos, de honores y la negativa a aceptar la cruz, se pone la aceptación de los últimos. Bartimeo, hace dos domingos, que deja todo y le sigue por el camino. El domingo pasado vimos como un letrado, entendido  en leyes e intérprete de las mismas, tenía una pobreza interior de no saber lo esencial, el mandamiento principal. Hoy, Jesús, está en el templo y una vez más, los últimos, los desatendidos, dan una lección.

Lo primero es ver que Jesús no muestra su sabiduría porque  sepa muchas cosas, que las sabe pues conoce al Padre Dios y eso lo llena todo, su sabiduría es la de quien hace una lectura de la realidad, los signos de la presencia y acción de la Gracia, del amor, en medio de un mundo alejado del corazón del ABBA, Padre bueno, Madre entrañable. Jesús, después de prevenir a sus discípulos del orgullo y la vanidad de los fariseos, de guardarse de crecer en ser más que los otros, observa a una pobre viuda que toda su riqueza es la fe. Los huérfanos y las viudas, los migrantes y los enfermos, son los que Dios quiere que sean amparados, y así lo legisla en los mandatos divinos, pero muchos, lejos de cumplir la voluntad de Dios, se enzarzan en engordar sus bienes, como denuncia Jesús. Así, esa pobre viuda, que eche en el cepillo del templo unos céntimos, lo que tiene, es imagen del buen discípulo, porque su donación es ella misma. Jesús aprende a descubrir, y ayuda a sus discípulos, a leer en lo pequeño y en los pequeños, el mensaje del Padre. Jesús ve en esa pobre viuda  y la muestra como icono de lo que él va a ser, el pobre, el último, el cordero inmolado, el hombre despreciado, varón de dolores, que se entrega, se da totalmente. Confiando en la bondad del Padre se da en totalidad. Es el Misterio Pascual que renovamos este domingo, por el que damos gracias al Buen Dios, Jesús, el crucificado resucitado, es el precio de donación para redimir a todos, el el pan amasado que prepara la viuda de Sarepta a Elías, para alimentar al pobre y que se convierte en fuente inagotable de amor. Es el amor que se hace oblación. Es que Dios se hace pequeño, último, para salvar a todos, a lo grande. El que cuelga de un madero y es entregado a la tierra, la semilla, brota para una esperanza nueva que transforma la realidad de todo hombre y de todos los hombres y mujeres.

Hermanos y hermanas, feliz domingo a todos.


domingo, 3 de noviembre de 2024

ESCUCHA, AMARÁS

 


El domingo pasado Jesús estaba en Jericó. El trayecto era de 31 kilómetros, por caminos agostos y peligrosos. Jesús entra en la Ciudad Santa y comienzan los debates por parte de distintos grupos religiosos y sociales. Los sacerdotes, letrados, fariseos, herodianos, saduceos van a preguntar con distintas intencionalidades, algunos para pillarlo en algún renuncio. Debaten sobre la contribución, el divorcio, la resurrección, la autoridad para enseñar. Jesús no se niega a hablar, escucha, pero no deja los encuentros cerrados, abre nuevas preguntas, crea pensamientos, busca fundamentos e interpela. Nosotros, que somos oyentes del siglo XXI nos hace pensar. Dar una respuesta cerrada significa impedir la entrada al diálogo a otros que quieren seguir pensando. Dialogar con los que no piensan como tú es poner la base a al encuentro fraterno y al compartir que no impide descubrir la verdad que nos une.

El letrado del texto de hoy busca lo esencial. Está cansado de los cientos de mandamientos, normas, decretos que llenan la vida de un judío que intente llevar una vida conforme a la voluntad de Dios. Y ahí radica lo esencial ¿que desea Dios que realice en mi vida?¿que espera Dios de mí y en mí? y Jesús va a la fuente: ‘Escucha Israel, el Señor Dios nuestro es el único Señor; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas’. El segundo es este: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No hay otro mandamiento mayor que estos”  

Lo primero es abrirse, pues, a la escucha. Siempre somos discípulos, aprendices de la grandeza que procede del corazón de Dios. El es el origen y la meta, de él viene el amor y en El está la vida en amor. Entendido éste como "ágape", la apertura al encuentro con el otro. Y es que Dios, si nos dice que nos abramos a la escucha, es que quiere y desea, dialogar con nosotros, seguir estableciendo espacios de encuentro, diálogo, vínculos de alianza, de pacto, por el que se compromete a darnos lo que es en sí mismo. Abrirse al otro significa la posibilidad de empatía, comprensión, compasión, cordialidad que son acciones de Dios que ama y, por amor, da vida, libera, sana, perdona, rehabilita, da fuerza a lo debilitado. Responder por amor, ágape, a Dios es abrirse al encuentro con el otro, el igual y semejante, con el deseo de establecer esos mismos vínculos de amor que nos invita el mismo Dios. Amar como apertura al otro viene por la grandeza y agradecimiento de saberse, sentirse y reconocer el amor de Dios en ti. No puedes decir que amas a Dios y no amas al hermano. No pueden separarse los dos, van unidos, pues Dios no puede desvincularse de las relaciones humanas, pertenece a ellas y ellas son reflejo y presencia de su amor más pleno y total.

Jesús por amor al Padre se entrega por los hermanos, donando su vida como ofrenda, y, resucitado, envía el Espíritu para que nosotros seamos, en Cristo, donación del amor del Padre a los hermanos. 

Feliz domingo

viernes, 1 de noviembre de 2024

SER SANTOS Y SANTAS

 


Hoy celebramos la Solemnidad de Todos los Santos y Santas. Resuenan en todas las iglesias las bienaventuranzas, programa de vida para todo creyente. Siguen siendo una propuesta a contracorriente, pero es un camino de vida y liberación. Jesús, sentado, con calma, con la serenidad del Buen Pastor que cuida de su rebaño, del legislador que propone la ley del amor.

Bienaventurados, felices, si la libertad pone en su sitio las cosas y están al servicio de la persona y del bien de todos, cuando nuestras seguridades no están en el beneficio de las cosas, posesiones. Felices si reina en nosotros la ternura y la mansedumbre, no es más fuerte el que puede por su orgullo o vanidad, sino el que ama. Felices los que saben llorar en la soledad y escuchar el llanto de los que lloran, que secan lágrimas y consuelan corazones, que escuchan y saben acoger el dolor. Felices los que entienden la justicia más allá de dar a cada uno lo que le corresponde, o declarar el castigo a quien lo merece, buscar la justicia es dar voz a los arrinconados, abrir caminos a los desheredados, dar protagonismo a quien se le niega su palabra. Felices los que saben perdonar y entienden su vida desde la misericordia, saben perdonar porque su vida ha sido sanada del pecado. Felices los que su corazón es un espejo limpio, un corazón nuevo que se renueva en la novedad del amor de Dios, que ama de corazón a Dios y a los demás. Felices los que dejan a un lado las violencias y enemistades y construyen un mundo en la paz y son artesanos de comunión. Felices los que aceptan con paz y serenidad no ser aceptados, ser despreciados por vivir la verdad y la justicia, por ser mensajeros del evangelio.

Ser santos y santas no es para héroes, es para hombres y mujeres que quieren vivir la autenticidad del amor en Cristo, en humildad, dejándose guiar por el Espíritu en camino al Padre.

El manantial de santidad es beber en el corazón de Dios que nos ama. Si tienes sed de amor acude a la fuente que es Dios.

Feliz día.

domingo, 27 de octubre de 2024

EL CIEGO DEL CAMINO, EL DISCÍPULO DE LA LUZ

 Jesús va haciendo camino. Tiene clara la meta, llegar a Jerusalén. Anuncia por tres veces su pasión, muerte y resurrección. Y por tres veces sus discípulos no entienden: Pedro no acepta, discuten quien es el más importante o solicitan primeros puestos. La incomprensión de sus discípulos se une a la negativa del joven rico que no acepta seguirle. Se ve que Jesús no lo tiene fácil. Pero está en Jericó. Poco queda para llegar a la gran cuidad, de hecho, el texto que sigue al de este domingo ya es la entrada triunfal en la ciudad santa.

Pero surge un último discípulos, Bartimeo, el hijo de Timeo. Un ciego al borde del camino. Llevaría años colocado en la zona de salida de la cuidad para solicitar una ayuda a los que se encaminaban para la última etapa a Jerusalén. "Una limosna" sería su solicitud. Y escucha el revuelo, hay un sonido distinto que delata y sabiendo quien pasa, grita, es una profesión de fe, como la de Pedro hace unas jornadas "Jesús, Hijo de David, ten compasión de mi". No es una limosna cualquiera, es el reconocimiento de la persona de Jesús, él que está en tinieblas, sabe decir quien es Jesús y que en él está la salvación. 

Llamado, deja el manto, da un salto, y la vida da un nuevo giro. Ya no necesita lo que recibe, ahora el protagonista de su transformación es él mismo. Toma sus propias decisiones, pues arriesga a caerse, a tropezarse, pero la decisión ya está tomada, ¿Qué quieres que haga por ti? Magnífica pregunta de Jesús a quien da un paso. Cuando damos un paso adelante hacia Jesús nos encontramos con su disponibilidad a ser curados de nuestra ceguera, pero debemos decirle como Bartimeo "Que vea".

Y le sigue por el camino. El descartado al borde del camino pasa a ser discípulo y seguirle. Ahora Bartimeo es de los de la última hora, pero seguro que permanece fiel, estaría con Jesús hasta el final, y sería de los testigos del Resucitado. Ya gustó las mieles de la vidas nueva siendo liberado de las tinieblas de la ceguera.

No te quedes al margen, pregunta donde está Jesús y ponte ante Él. Al rico le costó dejar sus riquezas, Bartimeo abandona lo que tiene para vivir porque ha alcanzado la vida nueva. El  ciego pasa a ser discípulo de la LUZ del mundo, Jesús.

Feliz domingo

domingo, 13 de octubre de 2024

LO MIRÓ Y LO AMÓ

 


LO MIRÓ Y LO AMÓ

Y le dijo. vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres y después, sígueme.

Jesús pone su mirada en aquel hombre en búsqueda. Su cumplimento de los mandatos de Dios se centran en las relaciones humanas, su trabajo, su relación social, el cumplimiento de los deberes con los demás. Le falta tener la mirada en Dios. Jesús sabe de su sincera búsqueda, pero le falta la fe confiada en la entrega del Señor por todos, la generosa donación del mismo Dios que es el que crea los vínculos de amor liberadores, para poder así corresponder en la donación de si mismo siguiendo el proyecto del Reino. Tiene miedo y está apegado a las seguridades de las cosas. Seguirá vacío, triste, porque las riquezas no cubren las verdaderas búsquedas del hombre. Necesitamos la sabiduría del amor para poder decidirnos por Jesús.

El nos mira y nos ama.

sábado, 5 de octubre de 2024

VIVIR CON MARÍA A SALVACIÓN. Festas da Virxe do Rosario

 VIVIR CON MARÍA A SALVACIÓN


Esta fin de semana, so devotos da Virxe do Rosario unímonos en pregaria agradecida na parroquia covelense de Prado da Canda. Esta festividade está cargada de gran simbolismo. Ven dada pola longa tradición, desde que no século XIX se constiuise unha confradía aprobada pola Orde de Predicadores e pola Diocese, senón polo forte arraigo que atopou nesta pequena parroquia. Ano tras ano, con emotiva motivación, os fegreses preparan con cariño este día en honra da Virxe María. Son días intensos nos que quedan marcados por unhas fermosas danzas que se executan diante da Virxe, así como a oración e desvelo con que se viven. Asemade, esta parroquia custodia nun relicario as esquirlas da enciñeira das aparicións da Virxe en Fátima e dos santos Francisco e Xacinta. Neste lugar de Portugal, a Virxe mandou aos pastorciños rezar o Rosario pola Paz. Que mellor que facelo desde o máis fondo da nosa alma nunha situación tan complexa como a que está a vivir o noso mundo. Rezar para sermos mensaxeiros da paz, custodios do amor fraterno, activistas da reconciliación, formadores de vínculos de amor, altofalantes da verdade, protectores da dignidade das persoas como fillos e fillas de Deus.

A pesares deste tempo tan desapacible, recemos, recemos moito, coidemos deste tesouro que é sermos chamados a sermos irmáns.

Con María, no rezo do Rosario, proclamamos as marabillas da bondade de Deus que nos agarima. Ela soubo dicir en cada intre da vida o seu si, e por nas mans de Deus a súa vida.