viernes, 3 de mayo de 2024

DIA 3: SUPERACIÓN

 

Situamos a María en un estrato de virtudes que da la sensación que no tuvo problemas. ¿Te imaginas a maría pasando noches sin dormir por los problemas en casa o con alguna vecina? ¿piensas en ella llorando en su habitación por el dolor de la muerte de un familiar o cuando se quedó viuda? No quiero que la veas teñida de oscuridad, pero tampoco la pongamos como una mujer que no conociese las dificultades de la vida. Y ya creo que las tuvo. 

Una mujer hecha por el amor y hecha también a sí misma, con la capacidad de superarse, de ver las dificultades de la vida poniendo el entusiasmo necesario. Superar antipatías, rencores, envidias, que podían ser una tentación de su entorno (porque si el maligno quiso derrotar a Jesús, me imagino que lo intentaría también con María) para forjar el proyecto de Dios. 

Es Dios que llena la vida de entusiasmo verdadero: controlarnos a nosotros mismos, buscar la paz interior, desterrar ansiedades, vivir la prudencia, no improvisar, descubrir lo positivo en nuestro entorno, quitar tristezas.

María, Madre nuestra:
Tú fuiste llena de gracia, santa.
Desde le principio, tu vida,
por la fe y la fuerza interior,
se fue realizando en un continuo esfuerzo personal
y de superación.
Los sufrimientos no amainaron
ese ansia de perfección.
Hoy vengo a pedirte este don,
esa gracias, ese deseo de superación,
de tenacidad y constancia,
de esfuerzo, de entusiasmo,
para vivir los días de mi vida
llenos de felicidad interior,
entregándome a hacer el bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario