SAMARITANO
Hoy se proclama una de las parábolas más famosas de Jesús y que da pie a grandes reflexiones sobre la caridad y la compasión. Es una invitación a cambiar nuestra mirada, a tener una nueva perspectiva de la realidad. Un maestro de la ley, para poner a prueba a Jesús y después, queriendo justificarse, se convierte en alumno que recibe una gran lección, más aún, una propuesta que se abre a todos los que a lo largo de los siglos recibimos la palabra.
Esta propuesta la podemos identificar con uno de los lemas que incluye este Jubileo "Atraviesa el umbral y déjate guiar por Jesús". Hoy es también mi invitación para ti, la conversión y el nuevo camino se hace desde el reconocimiento de la autoridad con la que el Señor nos invita a "haz tú lo mismo". Este camino de compromiso tiene un itinerario que nos sitúa ante la realidad. El letrado iba con la ley, pero Jesús lo conduce a través de la renovación de la recepción de los mandatos del Señor poniendo en la misma invitación de amar a Dios y al prójimo, lo que da a entender que la misericordia con la que Dios nos ama debe ser llevada a todas partes y al encuentro con los demás, haciendo del alejado próximo y abrir caminos de fraternidad.
El hombre tendido en el camino, desnudo y molido a palos que nos relata la parábola, son miles de personas descartadas, sin rostro ni identidad que salen en los medios de comunicación ocupando franjas informativas de guerras y conflictos, de hambrunas y violencias, que quedan convertidas en noticia pero seguirán siendo víctimas sin solución... es la actitud del sacerdote y del levita, podrían tener claro el conocimiento de la ley, la misericordia y el amor de Dios, pero pesaban en su corazón más los rigorismos y la normas que la misericordia. El samaritano pertenece a un pueblo que vive la humillación y el desprecio por parte de los judíos por cuestiones antiguas que fueron heredando, la división venía por el culto a Dios y su templo. ¡Cuantos enfrentamientos heredamos y dejamos en herencia! Jesús marca la diferencia y nos pone como modelo de cumplimiento dela ley Amar a Dios y al prójimo a un hombre fuera de la ley.
¿cual es el itinerario para acercarse al prójimo?
2.-Reconocerte pobre y necesitado. La religiosidad escrupulosa o el misticismo desencarnado puede situar al creyente en una esfera alejada de la realidad. Desconectados del mundo por un falso puritanismo que no deja de ser un empeño egocentrista que incluso nos deshumaniza, porque una persona sin compasión ¿puede ser realmente humano? El proceso es al revés, es Dios quien nos llama a vivir en la pobreza para alcanzar misericordia y ser bienaventurados, mas amara la pobreza no es ser un miserable, vivir en la miseria no es una opción, ser pobre si. Dios opta por ser y hacerse pobre, creemos en un Dios que se encarna en la pobreza, asume la fragilidad y la hace suya, vive en la austeridad y muere en la indigencia como un malhechor... asume la miseria de la humanidad que llega a su extremo más radical en el pecado. El sacerdote y el levita son muestra de un pecado de omisión, indiferencia.
4.- La caridad crea redes de colaboración fraterna. Le paga al posadero dos denarios, el sueldo completo de dos días y la promesa de pagar lo que gaste de más. Implica al posadero para que su hogar sea un espacio de cuidados. La caridad implica a otros, comprometa a la comunidad. Por eso ser Iglesia es ser hospitalidad, cuidados, compasión, caridad.
5.- Haz tú lo mismo. No pasemos de largo, el prójimo está próximo, aunque esté a miles de kilómetros, somos hermanos.
feliz domingo